jueves, 14 de junio de 2007

Batalla de Farsalia

La batalla de Farsalia, librada en Grecia el 9 de agosto de 48 adC, enfrentó a los ejércitos romanos de Julio César y Cneo Pompeyo Magno, en el contexto de la guerra civil entre populares y optimates.
Después de su fallido asedio a Dirraquium, César se dirige a Tesalia para unirse a otras fuerzas de su partido allí presentes, y Pompeyo hace lo propio. Contando con una ligera ventaja numérica y con la moral alta después del éxito de Dyrrachium, Pompeyo ofrece batalla y César acepta el desafío.
En sus Comentarios sobre la Guerra Civil, César atribuye a Pompeyo 110 cohortes (algunas formados por soldados hispanos llevados por Afranio y que combatían como infantería pesada) más 7 de guarnición en el campamento, unos 66.000 hombres al mando de Léntulo Sphinter (ala derecha), Marcelo Escipión (centro), Lucio Domicio Enobarbo (ala izquierda) y Tito Labieno (caballería).

El propio César contaría con 80 cohortes, más 7 en el campamento, muy mermadas a causa de las múltiples combates en que habían participado, pero también muy experimentadas, y que totalizarían 31.000 hombres, magníficamente dirigidas por Marco Antonio (ala izquierda), Cneo Domicio Calvino (centro) y Publio Cornelio Sila (ala derecha).

La disparidad en caballería sería aún mayor, con 7.000 jinetes pompeyanos frente a apenas 1.000 cesarianos, de los cuales unos 600 serían galos -probablemente "eduos" y unos 400 "ubios "germanos, además de la escolta personal de César compuesta por jinetes hispanos.

Para Delbrück, si bien es cierta la ventaja de los pompeyanos -al menos numéricamente aunque no en destreza- las proporciones que da César, teniendo en cuenta el desarrollo de la batalla, son exageradas, sobre todo en caballería. Unas cifras más próximas a la realidad podrían ser 40.000 infantes pompeyanos -con unos 5.000 infantes auxiliares reclutados en Hispania y otros 4.200 aliados- frente a 30.000 cesarianos -incluyendo 7.000 aliados-, y 3.000 jinetes pompeyanos frente a 2.000 cesarianos.


César escribe en los Comentarios que en las dos horas que duró la batalla tuvo 200 muertos -sin contar las bajas causadas a sus tropas auxiliares y a la caballería aliada- y que su enemigo unos 10.000 pompeyanos. Es muy posible que las bajas totales de César alcanzaran los 1.200 hombres. Es fácil explicar este desfase en la pérdida de hombres, si tenemos en cuenta que las tropas de Pompeyo combatieron sin orden ni concierto contra las sólidas cohortes de César formadas en orden de batalla.

César escribe que perdió a treinta centuriones y lo destaca con gran dolor, entre ellos a su fiel Cayo Crastino, una proporción muy alta que indicarían el alto grado de responsabilidad que alcanzaban sus cuadros de mandos, dispuestos a sacrificarse para evitar la pérdida inútil de legionarios.